jueves, 1 de noviembre de 2012

El cielo se esconde y aparece
juega,
pensando que eres feliz.
Pero se va. 
Y cuando vuelve,
ya no estás.
Te has ido 
sin despedirte.
Miras atrás, no queda nada
sólo una esperanza ya muerta
Te diré algo;
jamás
rompas
el 
corazón
de
un
escritor.
Serás inmortal
entre letras impresas
en una estantería polvorienta
y sólo serás una palabra olvidada,
un suspiro desvanecido
Y ése será tu castigo.
Vive, sufre.
Pero muerto a la vez
a ojos de otros.
Podrían pasar siglos, 
y seguirías allí
otras personas podrían amarte
odiarte.
Pero sólo el escritor lo sabe
Sabe quién eres,
quién fuiste,
quién jamás serás.
Conoce mejor el mundo que nadie.
Sabe qué es el todo y el nada.


No hay comentarios: