Luchar al principio y perder al final.

He contemplado mis recortes de frases inventadas por mí, tristes y alegres, llenas de ira o de felicidad. No soy bipolar, pero mi corazón lo es. Deseo el amor del cual escribo, mientras que no quiero atarme a nadie ni depender de nadie y ser libre. Deseo VIVIR, pero me escondo en un rincón. Digo que no me gustan los finales tristes, pero me gustan las pelis y los libros tristes. Me pregunto qué estaría pensando ahora si hubiese enviado el dichoso libro a aquel concurso, ya que se acerca el día de los premios. Le digo al mundo que soy fuerte y que he hecho esto y lo otro, no para hacerme quedar bien, sino para protegerme y ganar el respeto de los demás, respeto que nunca he conseguido, y que además todo eso de 'fuerte' es mentira. No me gusta que me toquen, pero necesito un abrazo.

No hagáis lo mismo que yo; luchar fuerte al principio y derrumbarse al final, porque las heridas son más fuertes.       Pensar en cualquier significado oculto de lo que te dice todo el mundo, hasta dar con una explicación ridícula, con tal de que la respuesta no sea "Le caigo bien". Acabar destrozando lo que era tu autoestima para que nadie pueda herirte ya, porque ya has perdido contra tú mismo.