Valiente

Soy tan valiente como una vela encendida en medio de un huracán. Christian estaba con esa...esa... no había palabras para describirla. La odiaba. Me había quitado la única persona que me podía entender. Pero él me llamaba amiga. Sólo una buena amiga. No le podía decir lo que sentia por él, que era capaz de todo por él. No se lo podía decir. Había conseguido tenerle a mi lado, aunque fuese como amigo, pero si le decía lo que sentía se alejaría para siempre. Estaba, sencillamente, perdida.
Cogí mi lápiz y le dibujé. Mi cuaderno estaba lleno de dibujos de él. Y tenía que esconderlo siempre, para que nadie lo encontrase.
Mi teléfono sonó. Biiiiiiiiiiiiip, biiiiiiiiiiiiiiiip. Un mensaje. Seguro que era Anny, siempre enviando mensajes. Lo miré. Era Christian. Abrí el mensaje.
He cortado con Susy. No ha cortado ella, he sido yo. Me he dado cuenta que ya no me gusta, he descubierto cómo es en realidad. 
Y allí se acababa el mensaje. No sabía qué decirle. ¿Le decía qué sentía, ahora que ya no estaba con esa Susy? ¿O le daba un poco de tiempo? Apreté a responder.

Sé que es pronto, muy pronto, demasiado. Pero esque ya no aguanto más. Te quiero, y sé que eso hará que te alejes de mí para siempre. Lo siento.
Antes de arrepentirme, apreté a enviar. Cerré los ojos y suspiré. Esperé al biiip biiip de siempre, para ver su respuesta.
Biiip, biiiip.
Pues resulta que no me he atrevido a decirte la verdad. Eres más valiente que yo. Dejé a Susy porque me gustas. 

No me lo podía creer. Es todo un sueño, un sueño que hará que cuando me despierte llore, como otros miles de sueños. Me di una bofetada. Ayy, qué daño! Corrí al baño y me lavé la cara con agua.

Al fin. Mi sueño se cumplió.